miércoles, 21 de agosto de 2019

Proceso desconocido




Lo que realmente pasa cuando creemos que algo está pasando

Cuando ponemos nuestra atención sobre algún objeto solemos hacerlo de una forma muy particular.

La mecánica de dicha forma suele ser ignorada por nuestra percepción de nosotros mismos y de la realidad que nos rodea. Usted observa un objeto y mientras lo hace, un número de pensamientos, ideas y creencias desfilan por su cerebro y dan forma a la manera en que usted percibe lo observado.

Un ejemplo podrían ser estas palabras, mientras usted las lee, transcurren (en su mente) cierta cantidad de ideas y creencias, que le otorgan (a usted) una interpretación “personalizada” de lo que supuestamente estoy queriendo decir.

Usted no nota este hecho y por ende se convence de que no hay nada más que pensar o entender sobre lo que está percibiendo, y que por tanto, lo que ve es lo que hay.

Este proceso es tan ignorado por nosotros como lo ignoraría una persona a la que le borrasen la memoria después de colocarle lentes de contacto, seguramente despertaría sin saber que lleva puestos unos lentes ni como se ve el entorno sin ellos.

Lo curioso de este efecto, es que usted vive está experiencia convencido de que todo lo que ve es tal cual como lo ve y que por tanto no es necesario cambiar de perspectiva, cuando en realidad usted puede ver (la mayoría de las veces) tan solo al conjunto de ideas y creencias que le habitan y no necesariamente a la totalidad que le rodea.

Esto podría hacernos concluir que, cuando observamos un objeto, no estamos observando el objeto en su naturaleza original, sino más bien a lo que nosotros creemos sobre el.

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